lunes, 8 de septiembre de 2008

A VER COMO LO CUENTO

Seguimos tristes por Carmen, pero no podemos hacer mucho, salvo apretarnos a los nuestros para darnos todos un poquito mas de calor e intentar que así le llegue a su familia y a todos los que nos rodean.

Por tanto he decidido contaros lo siguiente, se titula "EL BOTE DE COLONIA DEL MERCADONA".
El título podría ser también "ESTE BOTE ES UN CABRÓN", pero no queda igual y dice poco de la esmerada educación que mis padres intentaron darme, al parecer, sin conseguirlo.

Pues bueno esta es la historia de un madurito interesante que se compro un bote de colonia de la marca "Como Tú", marca propiedad de Mercadona.

Yo no lo sabía pero son colonias que imitan otras mucho mas caras y que no están mal ni de precio ni de calidad.

Al día siguiente de la compra, en el momento del estreno, resultó que era imposible que saliera por mas que apretaras el botoncito del difusor. Tras multiples e infructuosos intentos quedó claro que no por mucho apretar sale mas colonia, mas bien nada.

Para dar salida a mi frustación decidi pasar a la fase "pues me van a oir estos, se van a enterar de lo que vale un peine (¡?)".
En mi siguiente visita a Mercadona y para que quedara claro mi enfado le dije a la cajera: -Señorita disculpe que le moleste, podría hacer el favor de examinar este bote de colonia y decirme, si es posible, porque el dicho bote no colabora con mi belleza aportando su maravilloso contenido.
-Espere aquí que aviso a perfumería.
Llega la perfumera (¿se dice así?).
Le repito mi ruego y me dice muy amable que no me preocupe que ella me lo cambia.
Marcha con el bote por el pasillo y regresa a los cinco segundos muy sonriente. Por el camino a su sección ha ido apretando el puto botoncito del difusor y el líquido maravilloso a comenzado a fluir, perfumando el Mercadona de Barbastro y no a su legítimo dueño.
- Mire que suerte, me dice, se ha arreglado.
- Fantastico, me voy pa casa a que se ría mi mujer de mi.

Todo sería una simple muestra de mi ineptitud pulsadora de no ser porque el bote, una vez en casa, volvió a guardarse la colonia para él y a no compartirla conmigo.

Soy de Zaragoza y por tanto decidí que este verano, aparte de ir a la Expo, tocaba volver al Mercadona con mi "amigo" el bote.

Antes de salir de casa lo probe de nuevo sin éxito para evitar (eso creía) que me pasara de nuevo lo mismo y que una simpática perfumera se divirtiera a mi costa.

Esta vez llegué a la cajera y decidí hacerle la demostración ante sus ojos (menos mal que no apunte) porque explicarle el problema, poner el dedo en el boton, apretarlo y que saliera colonia fue todo uno.

-Te juro que esto no lo entiendo.
-Pues anda que yo, debío pensar la moza.
-Hala, pues me voy otra vez de paseo con el bote, dije yo, con una risita nerviosa.
-Te prohibo que saques el bote de casa otra vez, me dijo quien suponéis.

Ahora cada vez que llego a casa corro al baño para apretar el difusor, lo he puesto de espaldas y procuro pillarlo desprevenido porque me he dado cuenta de que se pasa el día mirando fijamente a la pasta de dientes y a la pastilla de jabon de las manos.

Vosotros me creéis ¿verdad?

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