lunes, 21 de septiembre de 2009

CON LO QUE YO IBA A SER

No podía distinguir si la sangre que había junto a él en el suelo procedía de su nariz o de su boca. El bestia que le había dado el puñetazo tenia una mano como una baldosa y lo había tumbado a la primera. Y todo por esa puta costumbre. Siempre pensó que le iba a seguir dando problemas, como ya se los dió en el '65. Conoció a Tony Ronald en el Hondo Club, el sitio de referencia del jazz barcelonés de los sesenta. Tony estaba a punto de acabar con "Tony Ronald y sus kroners" y quería producir a un nuevo grupo que se iba a llamar "Los Diablos", solo les faltaba un segundo guitarrista. Tony era un torbellino holandés que al hablar mezclaba el ingles con el castellano, por alguna razón inexplicable esto tenía un gran reconocimiento entre el público femenino y generaba la admiración del masculino, todos querían hablar como Tony. Nuestro, ahora, sanguinolento amigo vió que si quería conseguir el puesto que quedaba libre en "Los Diablos" debía aplicarse en la práctica de mezclar idiomas para estar en el círculo de amigos de Tony. "Tumorro a las eits in el local de ensayo, maifren" le dijo Tony. Era su ocasión de entrar de lleno en el mundo del rock.... y llego tarde. "Las eits" erán las seis y no las eight como el creyó, pero que mierda de rockero hace pruebas a las seis de la tarde, allí ya no quedaba nadie. "Maifren, no viniste, aijav otro secon guitarra ya". Mas de cuarenta años odiando a "Los Diablos", mas de cuarenta años odiando a Tony Ronald y mas de cuarenta años guitarreando por los hoteles de la costa para gente de todo tipo. El repertorio de "grandes éxitos" había variado poco y el público no mucho si descontamos la inclusión de los britanicos etílicos que cuando uno dice "Thanks you very mucho" entienden un "Te quiero mucho" dirigido a su chica y les da por sacar la mano a pasear con el resultado descrito al principio. Ya es la segunda vez este verano. Y todo por esa puta costumbre.

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